Encontrar clubes de poker clandestinos en Nueva York no es difícil. Si tus intereses en redes sociales son similares a los míos, te bombardearán con anuncios personalizados en cuanto bajes del avión. ¿Merecen la pena? Según mi experiencia, la respuesta es no. Incluso podrías acabar quedándote más tiempo del previsto, y no siempre por gusto.
Si vives en Nueva York y quieres jugar al poker legalmente, tendrás que viajar bastante. Los casinos más cercanos —Parx y Borgata— están a un par de horas. MGM, National Harbor y Springfield están aún más lejos.
Pero en realidad, hay muchos clubes de poker a la vuelta de la esquina. Se anuncian abiertamente e incluso aparecen en Google Maps. También puedes iniciar un hilo en Reddit preguntando por clubes de poker en Nueva York, y un administrador te responderá casi de inmediato con un enlace de registro.
Hace poco viajé a Nueva York con un amigo que también juega al poker. Teníamos curiosidad por conocer los clubes de poker de la zona, así que una noche, después de cenar, decidimos ir a uno.
No nos complicamos y abrimos el primer anuncio. Prometía "comisiones bajas" y "acción emocionante". Rellené un formulario online donde me pedían una breve descripción de quién era y qué límites quería jugar. Después tuve que enviar un SMS con la palabra "club" a un número de teléfono concreto.
Este club opera bajo el nombre de Social Poker NYC. Nos pidieron que enviáramos un enlace a nuestros perfiles de LinkedIn o algo similar para verificar la información que proporcioné en la solicitud.
El segundo club me pidió una captura de pantalla de mi identificación con foto; mi información personal podría quedar oculta. Envié esta información a un número con prefijo de Carolina del Norte.
Social Poker NYC fue el primero en responder. Nos dijeron que tenían una partida de NLHE $1/$3 con tres mesas, que estaban en Manhattan y que podíamos ir cuando quisiéramos. Nos enviaron una dirección detallada con instrucciones: «Al llegar, pulsen el botón gris del intercomunicador, no digan la palabra "poker" en el vestíbulo y esperen a un miembro de nuestro personal cerca de los ascensores».
Un número de Carolina del Norte nos ofreció dos opciones. Su primer club también estaba en Manhattan, cerca de Social Poker NYC. Google sugirió que probablemente se trataba de Fish Tank NYC Poker. Nos enviaron una foto de una puerta gris sin distintivos, con un timbre que indicaba cuál pulsar para entrar.
"Hold'em $1/$3 en Midtown y Chinatown."
Pregunté si había alguna opción para jugar Omaha. Me dijeron que podía jugar PLO $2/$2 en Queens y me enviaron otra dirección.
Estábamos en Manhattan y no teníamos coche, así que decidimos ir caminando al sitio más cercano. Era Social Poker NYC.
Siguiendo las instrucciones, llegamos al local y esperamos junto al ascensor a que un empleado nos acompañara a la sala de poker. En la sexta planta del edificio, nos encontramos con un pasillo vacío con una única puerta anodina (al estilo de las de "Rounders") y una celda. Un corpulento guardia de seguridad nos hizo pasar.
La partida estaba en pleno apogeo a dos mesas. El gerente nos saludó y nos informó que éramos los primeros en la fila. Nos ofreció la posibilidad de pasar el rato en la sala contigua, donde podíamos jugar en una consola. Dos sofás de cuero, un tablero de ajedrez y un puesto de seguridad con varios monitores ocupaban casi todo el espacio.
En 30 minutos se desocuparon dos asientos en la misma mesa. Yo compré fichas por un valor de $300, mi amigo por un valor de $500.
La camarera, que parecía trabajar también como masajista, nos ofreció pizza. Un par de jugadores ya la estaban comiendo y tenía muy buena pinta, pero nosotros ya estábamos llenos.
Tomamos asiento en una mesa de nueve personas, con algunos asientos de distancia entre nosotros. Aunque la partida era barata, el crupier tenía mucha experiencia, y las cartas y fichas eran como las de un casino.
Esta partida utilizaba una de las mecánicas de straddle más extrañas que he visto. A veces, en el poker, se juega con un straddle automático, que coloca el ganador de la mano anterior. Se llama "piedra". Pero en este club, la "piedra" solo se añadía al bote si el ganador de la mano anterior estaba en el botón o UTG. Nunca había visto algo así. También se permitían los straddles opcionales estándar.
Desde las primeras manos, me di cuenta de que la publicidad que prometía "acción emocionante" se quedaba muy corta. El juego era increíblemente loose y, en los showdowns, los jugadores mostraban manos increíbles.
Uno de los jugadores que llegó después que nosotros solo apostó $100, pero eso no le impidió igualar inmediatamente una subida enorme desde posición inicial. El jugador en las ciegas hizo un squeeze, quien había subido foldeó y el jugador con pocas fichas pagó por todas sus fichas con K6s y venció el de su rival.
Unas manos después, un jugador joven abrió desde posición inicial, recibió algunos calls, y mi amigo hizo un gra squeeze en las ciegas. Solo quien había subido igualó. En el flop , mi amigo hizo una apuesta de continuación del doble del tamaño del bote, y el joven oponente simplemente fue all-in.
Mi amigo pagó inmediatamente y mostró .
— Bien — dijo su oponente. Pero el turn trajo una jota, y él, feliz, mostró J5s.
El river no cambió nada, había unos $1,200 en el bote.
Entonces, el tipo con K6s de la primera mano se llevó todas mis fichas con un straddle. Él igualó una subida de $30 de la mano inicial, y yo fui all-in desde CO por $230 con . El jugador que subió la apuesta se retiró, y el jugador de la mano suited igualó con Q4s y conectó una doble pareja en el flop.
Suena perfecto, ¿verdad? Pero no te apresures a reservar el próximo vuelo a Nueva York. A pesar de la alineación particularmente débil, incluso para los estándares del poker en vivo estadounidense, es probable que la partida no sea un éxito.
Cuando cambió el crupier, toda la mesa estaba jugando un bote enorme con dos boards en PLO. Tres jugadores —yo, mi amigo y un chico joven— habíamos llegado al turn.
Para entonces, el dealer ya había retirado $20 del bote.
— Tienes un buen rake aquí — dijo mi amigo entre risas.
— Un límite de $30 — respondió el dealer con calma. Mi amigo no pudo evitar reírse.
En el anuncio prometían una comisión que era casi la mitad.
Llegamos al límite en el river. En el turn tenía top set en una mesa, y en la segunda, top pair y proyecto de color nuts. Pero perdí en ambos rivers. Mi amigo ganó un board con escalera, y en el segundo, nuestro joven oponente completó un color backdoor.
Perdí dos buy-ins y decidí retirarme. Mi amigo dijo que jugaría una ronda más y luego terminaría la sesión también. Fue entonces cuando las cosas empezaron a ponerse raras.
En principio no pensábamos quedarnos mucho tiempo y estuvimos en la mesa como una hora. Cuando mi amigo fue a cobrar sus fichas, el gerente nos acusó de haber hecho "hit and run".
Mi amigo empezó con mucha suerte; todas sus buenas manos le salieron bien y terminó con una ganancia de $300. Yo perdí $600. Mi amigo le recordó al gerente que estábamos perdiendo dinero. Pero él no se conformó y exigió que jugáramos al menos otros 30 minutos.
Mmm, vale. Por supuesto, si yo estuviera organizando una partida de poker ilegal en medio de una ciudad plagada de policías, no tomaría a los jugadores como rehenes. Pero en ese momento, parecía más fácil jugar un par de rondas más, y además, no teníamos prisa.
Esto ocurrió antes de la mano con J5s mencionada anteriormente. La mala racha pareció satisfacer plenamente las peticiones de los organizadores y nos permitieron retirarnos. En la prórroga, ambos perdimos, y mi amigo también terminó con una pequeña pérdida.
Mientras caminábamos hacia el metro, compartió sus ideas sobre cómo se podía ganar la partida incluso con esa comisión. Su principal argumento era que, en manos con straddles, $30 son solo tres ciegas grandes. Un jugador muy tight (en manos sin straddles, casi siempre foldeas) podría obtener ganancias jugando eso.
Pero aun así, no recomendaría buscar acción en clubes como esos. ¿Quién sabe cómo habrían reaccionado si hubiéramos insistido en irnos mientras mi amigo todavía iba ganando dinero?
Ojalá todo esto pronto quede en el olvido. En diciembre, el estado de Nueva York tiene previsto otorgar licencias a tres nuevos casinos: Bally's (en el Bronx), Hard Rock Metropolitan y Resorts World NYC (ambos en Queens).
¿Ofrecerán poker? Aún es difícil saberlo. Nuestras principales esperanzas están puestas en Hard Rock y Resorts World, que cuentan con excelentes poker rooms en otras ciudades estadounidenses.
La falta de juegos de azar legales en Nueva York ha propiciado el auge de algunos establecimientos bastante dudosos. Ojalá que uno o más de estos casinos entren al mercado y los desplacen. Hasta entonces, no puedo recomendar visitarlos. Quizás ninguna ciudad del planeta se compare con Nueva York en cuanto a la diversidad de entretenimiento y atracciones. Los operadores de estos establecimientos de juego ilegales sin duda no merecen tu dinero.